Una estatuilla llamada Oscar (y 3)
Y como punto final poner la guinda en esta monumental tarta cinematográfica como es y lo seguirá siendo la fiesta de los Oscar y que menos que comentar algo más de esta ya mítica película como es "Gilda".
"Nunca habrá una mujer como Gilda".
Al igual que "Casablanca"-1942, "Gilda" fue una obra magistral que surgió de la improvisación. El estudio Columbia había comprado los derechos de una historia de E. A. Ellington que sirvió de base a la película. Pero cuando Charles Vidor comenzó a rodar, el guión no estaba ni siquiera terminado. Tanto el cineasta como el ya veterano director de fotografía Rudolph Maté tuvieron que improvisar muchas escenas, mientras que varios guionístas intentaban escribir al menos dos páginas de guión al dia. Rita Hayworth se hizo con el papel principal sin llegar a imaginarse que sería el personaje que marcaría el resto de su carrera. La acompañaron dos actores no excesivamente populares, Glenn Ford y George MacReady. Y aunque la acción de la historia se desarrollaba en Buenos Aires, ellos no salieron de los estudios de Columbia. El trabajo fue relativamente sencillo aunque existieron pequeños incidentes.
Rita que ya estaba separada de Orson Welles comenzó un apasionado romance con Glenn Ford. El dueño del estudio Harry Cohn, comenzó a sospechar que ocurría entre ellos y ordenó instalar en sus camerinos micrófonos ocultos para averiguar si aprovechaban los descansos del rodaje para mantener relaciones sexuales.
El coreógrafo Jack Cole, se encargó de preparar las sensuales escenas de Rita Hayworth, mientras que la cantante Anita Ellis le dobló la voz. En estas escenas, asi como a lo largo de toda la película, Charles Vidor creó unas imágenes cargadas de un erotísmo, tan elegante como turbador, que no tardaría en crear un auténtico escándalo en casi todo el mundo. "Nunca habrá una mujer como Gilda", fue la frase comercial que se empleó para lanzar la película.
El éxito fue espectacular. El mismo Cohn se quedó perplejo del buen resultado de la película. Con "Gilda" ocurrió algo poco común y es que se convirtió en un auténtico fenómeno social, hasta el punto que se montó una expedición a los Andes para enterrar en la cumbre una copia del largometraje con la intención de que sobreviviese en caso de una guerra atómica. Los temas musicales interpretados en "Gilda" el sugerente - "Put the Blame On Mame" y "Amado mio"-, pasaron a ser éxitos indispensables, en cualquier sala de fiestas que se preciase. No cabe duda de que el máximo gancho de la película fue Rita Hayworth, fotografiada más hermosa que nunca por Maté. La secuencia en la que se quita el guante y la posterior bofetada pasaron a convertirse en dos de los momentos clásicos de la historia del cine.
En su época resultaron tremendamente provocativos y pusieron y pusieron los pelos de punta a los sectores más conservadores de la sociedad. En España el "fenómeno" Gilda dividió de nuevo al pais. Por un lado, ciertos espectadores disfrutaban incrédulos ante la hermosura de aquella mujer, poco acostumbrados a tener oportunidades de ese tipo por la "cruzada moral" del régimen franquísta, por otro, los más conservadores se rasgaban las vestiduras ante la "indecencia", llegando en algunos casos a acusar de "pecadores" a los que asistian a la proyección e incluso a apedrear las salas que la exibían. El escándalo fue tal que hasta propició el nacimiento de la Oficina nacional clasificadora de espectáculos, encargada de velar por el cumplimiento de los dictados católicos y patrióticos. El impacto que la obra de Vidor tuvo sobre la sociedad española quedó reflejado en la película de Francisco Regueiro "Madregilda"-1993.
5 comentarios
Pablo -
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