Una estatuilla llamada Oscar (y 3 )
El amigo americano
Y como punto final la guinda de esta mágica noche del cine universal, que menos que comentar como se fraguó esta pequeña gran joya del cine español.
Quizá sea una de las películas más emblemátucas de la historia del cine español. Y lo que es seguro es que se trata de una de las más divertidas. El origen del proyecto se remonta a un encargo que recibieron Luis García Berlanga y Juan Antonio Bardem, después de codirigir "Esa pareja feliz"-1951, para hacer una película con cinco canciones que sirviera de plataforma de lanzamiento a la joven cantante Lolita Sevilla. En realidad, la idea inicial era hacer un drama rural, intentando seguir las huellas de las películas que estaba haciendo Emilio Fernández en México. Sin embargo el guión tuvo nuchas reestructuras, en alguna de las cuales llegó a participar el dramaturgo Miguel Mihura, y, poco a poco, la historia se fue desviando hacia el humor. El punto culminante llegó cuando los autores decidieron que la columna vertebral de la historia fuese una sátira del Plan Marshall, un sistema de ayudas que Estados Unidos destinó a Europa después de la segunda guerra mundial. Esto, unido al hecho de que finalmente fuese Luis García Berlanga quien tuviera que dirigir en solitario, por ajustes en el presupuesto, determinó la orientación definitiva del argumento a la comedia y la sátira.
Rodeado por un maravilloso grupo de actores, la mayoría de ellos acostumbrados a los papeles secundarios, como José Isbert - formidable como el alcalde duro de oido - , Manolo Morán o Alberto Romea, Berlanga comenzó el rodaje de "¡Bienvenido Mister Marshall!". Ya durante la filmación se reveló el gusto del director valenciano por los trabajos corales y cierto nivel de improvisación, aspectos que luego desarrollaría con asiduedad a lo largo de su carrera. La mayor parte de la película se realizó con un estilo posiblemente inspirado por el movimiento neorrealísta, aunque los sueños de los protagonístas le permitieron abordar otras concepciones visuales, incluso las propias del western.
"¡Bienvenido Mister Marshall!" llegó a proyectarse con mucho éxito en el Festival de Cannes, pero no consiguió ningún premio (aunque si nominaciones de honor). En España fue muy bien recibida tanto por el público como por la critica. A más de uno le asombró que la película no tuviera problemas de censura, ya que mostraba una imágen bastante miserable y critica de la "España profunda". Pero los censores franquístas sólo pusieron pegas al rodaje de algunas secuencias que se hallaban presentes en el guión original y que calificaron expresivamente de "nocivas". "¡Bienvenido Mister Marshall!" inaguró un nuevo tipo de comedia costumbrísta que Berlanga practicó con gran maestría a pesar del paso de los años, aún hoy es considerada una de las películas más importantes de la historia del cine español.
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