Hasta siempre!!!
Maximilian Schell
Intelectual y filántropo
El pasado dia 1 y debido a "una enfermedad repentina y grave", según informó su agente Patricia Baumbuver falleció en Insbruck el actor suizo-austriaco Maximilian Schell. Un actor al que ningún papel se le resistía, un tipo duro con rasgos de galán cuyos padres huyeron de Austria (para instalarse en Suiza) cuando los nazis se anexionaron el territorio en 1938, en los albores de la Segunda Guerra Mundial. A medio camino entre el joven de aspecto impoluto y el hombre que nunca le pierde la cara al mundo, el actor conquistó Hollywood a base de tesón y talento, y sobre todo por esa imágen de tipo impasible al que no podias echarle un pulso.
Paradojicamente, el Oscar le sobrevino por una excelente interpretación donde explotaba una coartada emocional extremadamente compleja la de Hans Rolfe, el abogado de un criminal nazi en la magnífica "Vencedores o vencidos" ("Judgment at Nuremberg"-1961), de Stanley Kramer, donde se le recuerda por su duelo interpretativo con el legendario Spencer Tracy. Maximilian Schell ya había interpretado ese mismo papel en 1959, en el programa televisivo "Playhouse 90".
La estatuilla llevó su nombre en 1961, pero el actor, al que sus amigos tenían por un hpmbre tozudo y altamente disciplinado, llevaba ya años entregado al universo de la actuación. shakesperiano de pro, disfrutó del éxito en el teatro con "Ricardo III" y "Hamlet" y debutó en el cine hollywoodiense en 1958 al lado de Marlon Brando en "El baile de los malditos" ("The Young Lions"). Según cuentan los cronistas cinematógráficos, los productores trataban de contratar a su hermana Maria Schell, pero un error hizo que fuera él el que acabara con un papel en la película. Sea como fuere, el actor se ganó la confianza de los mandamases que tres años después le escogieron para uno de los papeles clave de la producción más ambiciosa que jamás se ha hecho sobre un tema tan peliagudo como el del masivo juicio a los criminales de guerra nazi. Aquel en el que toda la cúpula del III Reich se sentó en el banquillo de los acusados durante el invierno de 1945, en la ciudad alemana de Nuremberg.
Después de esta película (y del Oscar, el Globo de Oro, el BAFTA e infinidad de pequeños premios a lo largo y ancho de la geografía estadounidense), Maximilan Schell se instalaría ya en la meca del cine e iniciaría una carrera que seguría brillando con "Topkapi"-1964, "Llamada para un muerto" ("The Deadly Affair"-1966), "Una tumba al amanecer" ("Counterpoint"-1967), "Odessa" ("Odessa File"-1974) o "La cruz de hierro" ("Cross of Iron"-1977). En 1978 recibió su segunda nominación a los Oscar por su delicioso trabajo en "Julia"-1977, un drama disfrazado de thriller, que le llevó a trabajar con Jane Fonda y Vanessa Redgrave.
Curiosamente, en 1979, el actor se embarcó en una producción Disney, que se convertiría en una de las películas de culto más recordadas de su carrera: "El abismo negro" ("The Black Hole"). En la misma, Schell interpretaba a un científico, Hans Reinhartd (en la excelsa tradición del "mad doctor" que tantas alegrias ha dado al cine fantástico) perdido en su megalomaniaco deseo de descubrir lo que había al otro lado del inmenso agujero negro. Rodeado de glorias como: Ernest Borgnine, Anthony Perkins o Robert Fooster, Schell se sacaba de la manga a un Frankenstein moderno que haría las delicias de los fans de este género.
Después de esta película, largamente ignorada y gozosamente reivindicada años después, Maximilian Schell volvió a sus papeles de carácter, personajes de una fuerza a los que imponia una energía explosiva, llaménse Stalin o Federico el Grande, que combinaba con escapatorias a películas tan rotundas como "Vampiros"-1998 de John Carpenter, o superproducciones como "Deep Impact" también de 1998.
Maximilian Schell - Viena - 8 - diciembre - 1930 - Insbruck (Austria) - 1 -febrero - 2014
¡DESCANSE EN PAZ!
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