Indiana Jones: En busca del arca perdida (algo más que un milagro)
"Si la aventura tuviera un nombre...Ese sería Indiana Jones".
Tras el éxito de "La guerra de las galaxias" ("Star Wars"), George Lucas se tomó unas merecidas vacaciones en Hawai, acompañado por su amigo Steven Spielberg. Ambos se divirtieron pensando en la posibilidad de crear un gran éxito de taquilla que mezclase la emoción de las viejas películas de episodios con la espectacularidad de la saga de James Bond.
Lo que empezó como una broma comenzó a tomar forma. George Lucas se reunió con algunos guionístas y, en un plazo relativamente corto de tiempo, quedó listo el guión de "Indiana Jones: En busca del arca perdida" ("Indiana Jones: Raiders of the Lost Ark"). En primer momento, Steven Spielberg pensó en darle el papel de Indiana Jones al actor Tom Selleck. Por fortuna, finalmente se decantó por Harrison Ford, quien quiso hacer algunos cambios en el guión para introducir algunas mejoras en la personalidad del héroe.
"En busca del arca perdida" se rodó entre junio y septiembre de 1980, con un presupuesto próximo a los 20 millones de dólares. El equipo, formado por unas 250 personas, tuvo que pasar por Hawai, Túnez y Francia. Pero el grueso del trabajo se llevó a cabo en los estudios londinenses de Elstree. Allí, por ejemplo, se rodó la escena en la que Harrison Ford y su compañera de reparto, Karen Allen, se encuentran rodeados por infinidad de serpientes. Para llevarla a cabo fue necesario importar 6.000 serpientes desde Holanda, incluyendo dos cobras muy venenosas.
La actriz lo pasó muy mal, porque no soportaba la presencia de estos animales. Harrison Ford no tuvo inconveniente en trabajar con tan insólitos colegas. Tampoco puso pegas a la hora de hacer la mayor parte de las escenas de acción, las cuales habian sido planificadas con antelación por Steven Spielberg practicamente al milimetro. George Lucas visitó con frecuencia el rodaje: por un lado, para supervisar los efectos especiales que estaban a cargo de su compañía Industrial light & magic, por otro, debido a su amistad con Spielberg. George Lucas sabía que su amigo no estaba pasando un buen momento: al estrepitoso fracaso de taquilla de "1941" tuvo que sumarle su ruptura sentimental con la actriz Amy Irving. Pero Spielberg recuperó por completo el ánimo: "Nunca me lo pasé tan bien haciendo una película", afirmó el director. "Me sentía como si fuera el protagonísta de la historia". "Yo era Indiana Jones detrás de las cámaras".
Pero las mayores alegrias le llegaron después del estreno del largometraje. El éxito de la película fue sencillamente espectacular. Sólo en el primer fin de semana de exibición en Estados Unidos, habían recuperado el total de la inversión y hasta ya contaban con beneficios. Nominada a ocho premios Oscar, la película consiguió cuatro estatuillas: las de mejor dirección artística, sonido, montaje y efectos especiales. El personaje de Indiana Jones pasó inmediatamente a ser uno de los más queridos por el público. Esto motivó al director a recuperar al audaz aventurero en otros tres largometrajes (hasta la fecha): "Indiana Jones y el templo maldito" ("Indiana Jones and the Temple the Doom"), Indiana Jones y la última cruzada" ("Indiana Jones and the Last Crusade"), en la que Sean Connery se prestó a interpretar al padre del héroe, e "Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal" ("Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull"). Las tres muy fieles al espíritu de la primera entrega, mezclando la acción trepidante con ciertas dosis de humor, consiguieron, de igual manera, unos beneficios millonarios.
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