Campanadas a medianoche (1965)

"Todo es burla en este mundo"...

Extraordinaria película de ese genio del séptimo arte llamado Orson Welles, y en donde el "tio" aqui se junta con un tal William Shakespeare, y ¿que pasó entonces?. Pués que salió una de esas joyas que, a pesar de los muchos años transcurridos, quedará como una verdadera y antológica obra de arte. La película se desarrolla allá en la Inglaterra del siglo XV, y nos cuenta las andanzas del hijo del rey Enrique IV, que se pasa todo el tiempo al lado de un borracho y barrigón personaje llamado, Falsfatt. Como digo, una obra de arte en todos los sentidos, con unos personajes fotografiados por Edmond Richard (un hombre que ya trabajó con Welles en "El Proceso" ("Le, Procés"), y que parecen que están sacados del túnel del tiempo, todos dandole vida propia. Y con unas escenas verdaderamente dificiles de olvidar, gracias a su gran realísmo. Cuenta además con unos diálogos, que son un don de Dios, extraordinarios, pero de verdad. De los actores, que va a decir uno, pués todos sensacionales, pero como siempre, hay que rendirse ante ese genio de la interpretación, como fue el gran Orson, dando vida a ese fanfarrón hidalgo de nombre Falsfatt, pero cuidado, que también nos encontramos con unos personajes que están que se salen, como la inglesa, Margaret Rutherford "Hotel Internacional" ("The V.I.P.s") o la francesa Jeanne Moreau "Por siempre jamás" ("Ever After"), y a nuestro siempre querido y recordado Fernando Rey, todos sobrados, pero claro Welles puso el listón demasiado alto. En fín, una película donde el arte se respira por todos sus poros. Una película, que ya forma parte de la historia del cine.

Matrícula de Honor.

A modo de anécdota decir que, la película tuvo muchas dificultades para ser rodada, pués según creo Orson Welles las pasó canutas, ya que por lo visto no tenia un céntimo, y nadie quería financiarla. Al final fue el productor español Emiliano Piedra, quien se hizo cargo de la financiación, de ahí que se rodara integramente en España.