El increible hombre menguante (The Incredible Shrinking Man-1957)
Enfrentando a peligros inimaginables e impulsado por un férreo afán de supervivencia, Scott se prepara para ingresar en dimensiones desconocidas...
Una obra maestra del cine de ciencia-ficción, y dirigida por el extraordinario Jack Arnold, un consumado especialísta en este género de cine, y "La mujer y el monstruo" ("Creature from the Black Lagoon"), es una buena muestra, y basada en una increible novela de Richard Matheson, que también colaboró en el guión. La historia arranca, un dia en que Scott Carey se encuentra con una misteriosa niebla radioactiva, cuando viajaba con su esposa en el barco de un amigo. Y al poco tiempo Scott empieza a notar extraños cambios en su cuerpo. Su altura, peso y hasta sus orgános empiezan a disminuir hasta quedarse en dos centímetros... Una obra maestra, si señor, con un Arnold en plena forma. Una película que el tiempo la ha hecho aún más joven, porque ni siquiera sus ¿rudimentarios? efectos especiales la han envejecido, todo lo contrario, puesto que la han convertido en una de las mejores películas de culto de todos los tiempos. Cuenta con unas escenas que son una auténtica maravilla (teniendo en cuenta como digo el año de su realización), destacando para mí, la de la titánica y encarnizada lucha del protagonísta con la araña. Cuantos "directorcillos", que pululan por este mundo, creyéndose que han inventado el cine, quisieran tener la mitad del talento que en su dia tuvo Jack Arnold. Extraordinarios como es de esparar todos los intérpretes, pero donde hay que descubrirse es ante Grant Williams "Escrito sobre el viento" ("Written on the Wind"), dando vida a ese hombre menguante, que ve como de golpe y porrazo su vida cotidiana se ve amenazada por toda clase de peligros, y cada vez mayores. En definitiva, una apasionante y fascinante película, y una de las mejores de ciencia-ficción de la década de los cincuenta.
Matrícula de Honor.
Como anécdota curiosa, decir que debido al éxito que tuvo esta película, se pensó realizar una secuela, y en donde la esposa de Scott menguaba y se internaba en el mundo de su marido. Cuentan que cuando se enteró el escritor Richard Matheson, le entró un ataque de risa, al oir semejante despropósito.
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