Las diabólicas (Les diaboliques-1955)

Por favor, no sean Uds. diabólicos contando el final de esta película a sus amigos... se lo agradecerán. (H.C.Clouzot)

    Impresionante película de intriga y si el gran director francés, Henri-Georges Clouzot, venía de tocar el cielo con "El salario del miedo" ("Le salaire de la peur"), aquí lo volvió a tocar de nuevo, con esta historia que quizá sea una de las mejores (por no decir la mejor), de la historia del cine francés de este género tanto de intriga como de suspense. La historia se desarrolla en un Instituto privado para adolescentes, y girando alrededor de tres personajes: el director, su mujer, y la amante de este, pero un buen dia y para acabar con la tiranía del bigamo, deciden ambas mujeres unir sus fuerzas para asesinarle... Impresionante película, de verdad, y es que el cineasta francés, te hace de mantenerte en auténtica tensión durante todo el metraje, a base de sustos, sobresaltos y giros morrocotudos, y encima creando un climax irrespirable, pero es que lo mejor, y por muchas vueltas que lo das, no sabes verdaderamente como va a acabar esta pesadilla. Cuenta con unas escenas, que son verdaderamente inigualables, y la de la bañera, por ejemplo, es ya para la historia. Yo pienso que el mismísimo Hitchcock, la hubiese firmado para cualquiera de sus películas, sín pensarslo dos veces (según creo, el mago del suspense quiso comprar este guión, pero el francés se lo adelantó). Fenomenal la fotografia en blanco y negro de Armand Thirard (un hombre con un gran trayecto profesional en el cine francés), y creando con la cámara una atmósfera oscura y tenebrosa, lo mismo hay que decir de la banda sonora, dirigida por Georges Van Parys, magnífica y angustiosa a la vez. Increible el trio protagonísta, empezando por Paul Meurisse, dando vida a Michelle Delassalle, un personaje sádico y violento y seguido de Simone Signoret, como Nicole, esa amante fria y decidida, y acabando por Véra Clouzot, metida en la piel de Christine, esa esposa enferma y sumisa. Insuperables los tres, sin lugar a dudas. En definitiva, una obra maestra del gran Clouzot, y una película para mí, que marcó toda una época y creó escuela al mismo tiempo. Matrícula de Honor.

A modo de curiosidad, uno de los alumnos del colegio, era ni más ni menos, y en el que más tarde se convertiría en todo un fenómeno social de la canción francesa, me refiero al mítico Johnny Hallyday, aquí con apenas 12 años.

Como todas las obras maestras, y esta no iba a ser una excepción, también tuvo su remake correspondiente en 1966, con Sharon Stone, Isabelle Adjani y Chazz Palmentari, como protagonístas y dirigida por Jeremich Chechick, que a decir verdad no está nada mal, pero eso si, muy lejos de la del maestro Clouzot.