Extraordinaria realización de Richard Brooks, sacada de una novela de Tennesse Williams. Un fenomenal melodrama lleno de tensión por los cuatro costados. Y el caso que de principio parece que la cosa, va a ser un drama familiar americano más, pero "leches", que una vez que Brooks, aprieta el acelerador, esa cosa empieza a arrancar, poniendose al 100%. Y ya no para hasta que pone Fín. Con un Paul Newman y una Elizabeth Taylor, dando lo mejor que tienen, verdaderamente geniales, vamos como se dice en el "argot"cinematógráfico, en verdadero estado de gracia, pero ¡ojo!, con los secundarios, que tampoco se quedan a la zaga, sobre todo con Burl Ives, dando vida al patriarca familiar (inmenso, como casi siempre). Cuenta con unas escenas un poco salidas de madre, por aquel entonces, y unos diálogos (que la censura según creo, los calificó de gravemente peligrosos), vamos que no tienen desperdicio alguno. En resumidas cuentas, una fenomenal película, para mí la mejor adaptación de Williams llevada a la gran pantalla, adaptaciones por desgracia que no se hacen hoy en dia. Sobresaliente Alto.
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