Drácula, príncipe de las tinieblas

     Excelente película, dirigida por un maestro en la materia, como es , que duda cabe, Terence Fisher y, contándonos una buena historia, sobre las andanzas del célebre Conde Drácula. Y es que con un argumento más bien simple, Fisher hace una historia como digo excelentemente acondicionada, y por supuesto bastante bien llevada. Claro que la pelicula sube muchos enteros de la mano del inimitable Christopher Lee (aunque aquí, está un "poquejo" peor, que en la super-famosa "Drácula"), pero vamos su actuacion, es más que correcta, aunque a decir verdad, se echa de menos a su "amigo" de juergas, Peter Cushing, aunque aquí está muy bien acompañado por la guapa Barbara Shelley. En fín, una buena secuela (¡ojo!, no remake), de la mítica "Drácula", que aunque no está a su altura, pero que para mí, es una buena alternativa de verla, aunque sólo sea para recordar a aquella productora que tantas y tantas películas de serie B produjo, y que tan buenos sabores de boca nos dejaron, me refiero a la Hammer.      

 Notable.

2 comentarios

[pablo - 20 de junio de 2006 - 20:41]

De sombrerazo, amigo mio.Muchas gracias, y contento estoy de que te gusten mis comentarios. Saludos. Pablo

[Luc Hamill - 20 de junio de 2006 - 17:33]

Terence Fisher, que también dirigió la estupenda "Drácula" de 1958, aquí rueda con formato panorámico en lugar de cuadrado, teniendo que suplir ese handicap con una neblina en la fotografía que no hace más que dar un toque fantasmagórico a la cinta. Las elipsis, tan típicas en las películas de este director, alcanzan aquí sus más altas cotas cuando éste deja los ataques del vampiro a la imaginación del espectador. Por otro lado, merece hacerse una mención a la partitura de James Bernard, que es sencillamente excelente. El duelo final entre Christopher Lee y Francis Matthews es uno de los mejores de todos los tiempos.

Como curiosidades, decir que el castillo de la película fue luego empleado por la Hammer para realizar "Rasputín" y que Christopher Lee no pronuncia ni una sola en todo el film debido a que el guión le parecía muy malo, sin embargo este detalle potencia el carácter aterrador de su personaje, y es que Lee en el cine consigue crear villanos con carisma, con presencia, ya sea como el Conde Drácula o como el Conde Dooku.

También hacer constar que aquí el antagonista del Príncipe de las Tinieblas no es el archiconocido Van Helsing sino el padre Sandor, un hombre práctico dotado de una gran frialdad.