Horizontes perdidos (Lost Horizon - 1937)
"Hay momentos en la vida de todo hombre que se vislumbra la eternidad".
Extraordinaria película (aunque sin llegar a obra maestra), de género de aventuras, aderezado por drama y fantasía.
"Horizontes perdidos" está basada en una novela del británico James Hilton, un escritor que encontró el éxito a una temprana edad y, en 1942 ganó un Oscar por "La señora Miniver" ("Mrs. Miniver"). Cuenta con un guión de Robert Riskin "Vive como quieras" ("You Can’t It With You"), un célebre guionísta y dramaturgo nacido en Nueva York y muy conocido por sus colaboraciones con Frank Capra.
Y es el mismísimo Frank Capra el encargado de contarnos esta fantástica historia. A Frank Capra "Millonario de ilusiones" ("A Hole in the Head"), un cineasta nacido en Sicilia (Italia), no lo vamos a descubrir ahora, ya que no necesita presentación alguna en el ámbito mundial del cine, con sus más de cincuenta películas a lo largo de cuarenta años como realizador de numerosas obras maestras y con cuatro Oscars en su haber y un Globo de Oro.
Así pues, el gran Capra nos mete en un avión con varios pasajeros a bordo y, entre uno de ellos se encuentra un diplomático inglés (el protagonísta), el avión sufre un accidente al cruzar el Himalaya y, cuando creen que la muerte es inevitable, son rescatados por los habitantes de Shangri-La, una idílica y utópica ciudad que se encuentra oculta en el Tibet...
Una estupenda película, si señor, muy bien rodada y con una magnífica ambientación, una película que destila digamos que cierto tenebrísmo pero moralizante y con una puesta en escena magistral, una historia que para mi, es todo un ejemplo de la gran humanidad, y el buen hacer de este cineasta, puesto que nos comunica un mensaje sobre la vida de nuestra sociedad, esa sociedad que hoy en dia sigue siendo la realidad de nuestro mundo.
Bellísima la fotografía en blanco y negro a cargo del norteamericano nacido en Denver, Joseph Walker "Sucedió una noche" ("It Happened One Night"), otro hombre muy vinculado con Capra, con cerca de ciento cincuenta películas y, aquí demostrándo que la cámara fotográfica no tenía secretos para él, ya que nos muestra unas bellísimas imágenes tanto de paisajes naturales, como de sus espléndidos decorados de esa mítica ciudad tibetana. Atención al movimiento de cámara de la última escena, puesto que Walker utilizó un movimiento novedoso donde se permite contemplar la enorme fila de dolientes que van a rendir homenaje a su patriarca desde unos ángulos y encuadres no habituales. El director John Millius le homenajeó en 1982 en su pélicula "Conan, el bárbaro" ("Connan the Barbarian"), concretamente tambien en el final de la película.
Estupenda banda sonora del siempre estupendo y mítico maestro nacido en Ucrania, pero como "casi" todos nacionalizado estadounidense hablo de, Dimitri Tiomkin "Los cañones de Navarone" ("The Guns of Navarone") por citar una de las casi cien bandas sonoras que cuelgan en su historial, un compositor con tres Oscars en su haber y, con la friolera de haber sido nominado en quince ocasiones. Y en esta historia de un paraiso encantado y en donde el tiempo no se detiene, mostrándonos unas sensacionales partituras, construidas por un catálogo de impresionantes canciones de bella factura. Unas melodias retentivas de inspiración desbordante, de verdad que todas las canciones son preciosas, desde el tema principal "Lost Horizon" que da título a la película, hasta el tema "Share the joy" ("Comparir alegria"), una canción que se escucha cuando los perdidos viajeros divisan Shangri-La.
Excepcional el reparto de actores, capitaneados por Ronald Colman "Doble vida" ("A Double Life") cumpliendo sobradamente lo que el director pretendía y metiéndose en el personaje de Robert Conway, un político inglés que sobrevive a un accidente aéreo junto con otros personajes. Pero el destino de este hombre no era morir, era algo muy diferente, puesto que estaba destinado a sustituir tras su muerte al Gran Lama. Admirable la labor de este personaje interpretado por el gran Colman, un personaje que es capaz de ver más allá de las cortas miradas de su hermano, cuyo papel recayó sobre John Howard "La isla de los hombres perdidos" ("Isle of Missing Men") dando vida a George Conway, como digo el hermano de Robert, un hombre ambicioso que no es capaz de entender las ventajas de la vida de esa maravillosa ciudad.
Y arropándolos muy bien nos encontramos a Sam Jaffe "Ben-Hur" en el papel de el Gran Lama, a Edward Everett Horton "Arsénico por compasión" ("Arsenic and Old Lace" como un famoso paleontólogo, a Jane Wyatt "Puente de mando" ("Task Force") y, sin olvidarnos del fordiano Thomas Mitchell "La diligencia" ("Stagecoach"), como Henry Barnard, un financiero perseguido por la policia. Todos como he dicho excepcionales demostrándo sus hechuras como actores de primera fila.
En definitiva, una estupenda película que, aunque no la considero como obra maestra, no deja de ser por ello, una historia admirable tanto por su contundencia estética, como argumental. Una película yo diría muy bien que, no apta para incrédulos (que son muy pocos) y si para aquellos que buscan joyas del cine (que somos muchos). Sobresaliente.
"Horizontes perdidos" logró dos Oscar en 1937 en los siguientes apartados: Mejor dirección artística (Stephen Goosson) y Mejor montaje (Gene Haulick y Gene Milford). Además obtuvo estas nominaciones: Película, Actor secundario (H. B. Warner), Banda sonora, Sonido y Ayudante de dirección.
En 1973 Charles Jarrott dirigió una versión musical en color y Cinemascope, con canciones de Burt Bacharach y portagonizada por Peter Finch, Liv Ullmann y Sally Kellerman, pero a decir verdad todo salió carente de atractivo.
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