La muerte y la doncella (Death and the Maiden-1994)

"Preferí escribir lo que podria llamarse una tragedia, por lo menos si atendemos a la función que le reconoció Aristóteles hace miles de años: ayudar al público a purgarse a través de la conmiseración y el terror, es decir, permitir que una comunidad se enfrente a los temas que, de no tratarse a la dañada luz del dia, podrian conducir a su ruina o menoscabo"

(Ariel Dorfman)

Buenísima película, dirigida por Roman Polanski, y para mi, una fiel adaptación de una obra teatral del escritor chileno Ariel Dorfman. La historia pués que nos cuenta el director parisino tiene lugar en un innombrado pais sudamericano, y en donde una noche de tormenta una mujer espera en su casa el regreso de su marido... Muy buena y escalofriante película, yo pienso que la mejor de Polanski, y eso que cuenta con mucho y bueno en su haber, y "Repulsión", es un buen ejemplo, pero esta, yo pienso que la supera un poco, y es que el "tio", nos va contando la historia de tal manera que cada minuto que pasa, esta va creciendo tanto en el dolor como en la angustia, que están siendo sometidos los personajes, creando al mismo tiempo una atmósfera tensa y densa. Y es que amigos mios, aquí nos encontramos con un Polanski tocado por la mano de Dios. Extraordinaria como es de suponer la banda sonora, sacada de un cuarteto de cuerda de Frank Schubert, y llevada por la batuta del compositor polaco Wojciech Kilar "Drácula, de Bram Stoker" ("Bram Stoker's Dracula"). Y para el final, me guardo los intérpretes, que muchos os preguntareis, que con este pedazo de película, tiene que haber un buen montón de actores, pués que lejos de todo esto, porque concretamente esta claustrofóbica historia la mueven solamente tres personajes, que son los que se "maman", ellos solitos toda la película: Ben Kingsley, Stuar Wilson y Sigourne Weaver, pletóricos e inmensos los tres, dando una auténtica lección interpretativa. En fín, una obra maestra, se mire por donde se mire, llena de emoción y tensión, y que por supuesto su entretenimiento está el cien por cien de asegurado.

Matrícula de Honor.

A modo de curiosidad, el torturador de Paulina (Sigourne Weaver), tocaba "La muerte y la doncella" de Franz Schubert durante los abusos, de ahí el titulo, y la recurrente aparición de esta pieza durante toda la película.