Chinatown (1974)

"Yo no me pongo dura con nadie, señor Gittes. Mi abogado lo hace".

    Muy buena película de Roman Polansky, y con la friolera de once nominaciones en su haber. "Chinatown", es yo diría todo un homenaje al cine-negro de los años cincuenta, y en donde el director nos relata una extraordinaria historia: la vida de un tal Jake J.Gittes, un ex-policia del barrio chino de Los Angeles, y ahora metido a detective privado. Y una tal Sra. Mulwary le contrata para saber si su marido le engaña. Pero este va tirando de la manta y la cosa se empieza a complicar, ya que esta buena Sra. no es lo que dice ser, y su marido aparece un dia muerto... Cuenta con escenas verdaderamente impactantes, sobre todo en la que el matón le corta la nariz al protagonísta con una navaja. Muy buena, si señor. Y es que la verdad Polansky contó con un buen equipo y por supuesto no desaprovechó la ocasión, empezando por el sólido guión de Robert Towne, seguido de una fenomenal banda sonora del mítico Jerry Goldsmith, al igual que la impecable fotografia a cargo de John A. Alonzo . Y finalizando con las interpretaciones, con un Jack Nicholson, en estado puro (la película que le consagró), metido en la piel de ese detective apuesto, divertido, cínico y reservado, y dispuesto a resolver la papeleta, a pesar de su maltrecha nariz, y de pareja la bellísima Faye Dunaway, dando vida a esa Sra. Mulwray, esa mujer tan elegante como fria, y sín desmerecer la interpretación del extraordinario director John Huston, en un papel de villano de muchos quilates, y hasta el propio Polansky, se decidió a salir un poquito. En fín, una grandísima película que nadie debe perderse, porque esto es pura diversión. Una película de cine-negro al más puro estilo de la vieja escuela.

Sobresaliente Alto.

"Chinatown", a pesar de haber sido nominada en once apartados, solamente logró el del Guión original (Robert Towne).

Y como anécdota, el productor Robert Evans quería que la película emulase las viejas producciones policiacas y sugirió rodarla en blanco y negro. Pero Polansky dijo que ni hablar, en color y en formato panorámico. Y de no ser así que se buscasen otro director. (Mucho Polansky, si señor).